jueves, marzo 01, 2007

Celeste y verde


La niebla. Campo verde. Cielo amarillo y gris. Gotas en el cristal. Celeste y verde. Un rio callado. Se me olvida algo, y sin embargo... La niebla. El campo amarillo y gris. El cielo verde. El cristal celeste y gotas de agua. Sé del frio que hace sangrar... y sin embargo... La niebla. Los siglos amontonándose sobre el mundo, sobre las vias del tren. Sobre el campo azul y negro. Un rio atroz que arrastra el recuerdo. El sol no quiere, no puede. Es una mancha borrosa, un pensamiento que se desdibuja en la mente de Dios. Dios celeste y verde. Dios en la bóveda, como un acróbata ruso. Rusia fria y gris. Está amaneciendo y el ánimo se desploma. Se me olvida algo acerca del viaje, y sin embargo... No, basta de palabras. Soy yo el que me defino a mi mismo, y es solo un delirio lo que veo.
El mundo se me antoja vasto e inexplicable. Las ramas de los árboles son finas, oscuras. A duras penas se levantan hacia el sol, que sigue siendo una pintura abstracta.
No seré yo el que lo niegue.
Creo ver algo débil ahí afuera. Algo que parpadea, celeste y verde. Algo que hace llorar. Puede ser un rio cubierto de humo, quizás un vago recuerdo que se va torciendo hasta convertirse en agua. En agua sobre el cristal, sobre mi pupila.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito lo que te inspiran esas mañanas nubladas por la vega alta del guadalquivir camino de ese pueblo tan maravilloso donde trabajas.

Anónimo dijo...

la foto no esta nada mal eh saludos

Anónimo dijo...

¡¡¡Eres un pedante!!! ¡¡¡Y te faltan algunas tildes, así que, revisa tu ortografía, escritorucho del tres al cuarto!!!

*la bicha sa sa sa*