lunes, diciembre 17, 2007


Mia: ¿Quieres mas fresas?
Antonius (negando con la cabeza): La fe es un grave sufrimiento. Es como amar a alguien que esta fuera, en las tinieblas, y que no se presenta por mucho que se le llame… (Aceptando las fresas). Sentado aquí, con vosotros, que irreales resultan todas esas cosas. Pierden su importancia.
Mia: Ya no estas tan serio. Así estas mejor.
Antonius: Siempre me acordaré de este día, me acordaré de esta paz. De las fresas y del cuenco de leche. De vuestros rostros a esta última luz. Me acordaré de Mikael, dormidito, y de Jof con su laúd. Conservaré el recuerdo de lo que hemos hablado. Lo llevaré entre mis manos, amorosamente, como se lleva un cuenco de leche recién ordeñada. Me bastará este recuerdo, como una revelación.

miércoles, diciembre 12, 2007

DIES IRAE (Dreyer)


Como si los personajes de un cuadro de Rembrant cobraran vida y salieran del lienzo para adentrarse en la pantalla. Esa es una de las primeras impresiones que tengo cuando veo "Dies Irae" (Carl T. Dreyer). Reducir esta película a parametros esteticos es minusvalorarla, pero no puedo evitar sentirme tremendamente emocionado por el mero hecho de contemplar ese blanco y negro, esos juegos de sombras, esos planos perfectos, esos movimientos de cámara tan delicados y sutiles. Esa luz. Dreyer es la luz. Una luz única, como recibida directamente de las manos de Dios. Solo hay que ver esta pelicula, o "Gertud", u "Ordet" (especialmente "Ordet"... ¿como no creer en los milagros, en la resurrección de los muertos? El arte convertido en Fé obradora de milagros).Por otra parte, esta la temática. El amor, el deseo, las ganas de vivir (las ganas de amar, de no enterrarse en vida). ¿Y como Mc Guffin? Bueno, si lo hay, sería la brujería, la represión religiosa. En cualquier caso, es la historia de una mujer que esta casada con la persona equivocada y se enamora de la persona equivocada. Un doble error de fatales consecuencias.
Los grandes maestros se valoran, en mi opinión, por el "como lo cuentan" mas que por el "que cuentan". Es decir, si esta trama la hubiera cogido un director vulgar lo mas probable es que hubiera hecho algún engendro de Serie B sin el mas mínimo interés (perversiones esteticas aparte... que todos las tenemos). Pero en Dreyer, una historia de brujas es algo trascendente, místico, majestuoso en su sencillez y contención. En definitiva, una obra infinitamente bella de un autor nunca suficientemente ponderado.








sábado, septiembre 08, 2007

Como en un espejo (Bergman y el miedo)


Hace unos días vi esta película de Bergman. Este verano se nos fue el maestro sueco. Tambien se fue otro grande: Antonioni. Dos perdidas enormes que no hacen sino recordarnos el vacio reinante en la mayor parte del cine actual. Como iba diciendo, pude ver hace poco "Como en un espejo". Me pareció una obra excelente. El tema de la película es recurrente en Bergman: el vacio en el que se encuentra el ser humano ante la mas que dudosa existencia de Dios. Si no hay dios, ¿a que nos aferramos?
En esta pelicula, la protagonista, Karin, interpretada por la bellísima Harriet Anderson, se encuentra sumergida en una enfermedad mental que la enajena de forma periodica de la realidad, y la desplaza a un mundo de voces, visiones y fantasmas. Cree haber descubierto un lugar de su casa, tras la pared de la buhardilla, donde se oculta Dios. Y lo espera anhelante, junto a otras "personas" o espiritus que habitan, según ella, ese lugar misterioso. Durante la película se va produciendo un enpeoramiento en el estado mental de Karin, que tiene en su hermano pequeño a su único confidente.
Su hermano es el único que conoce esta situación, aunque en el desenlace de la película los demas miembros de la familia (el padre, escritor, y el marido de Karin, médico) contemplan atónitos el encuentro de la mujer con "Dios". Solo que Dios no era como ella esperaba. En lugar de entrar un ser divino en la habitación, cuenta Karin, entró una repugnante araña. Su Dios era una araña.
De esta película se pueden sacar muchas lecturas. Cada cual tendrá una opinión. Yo creo que aquí, mas que el tema de Dios y la Fe (que tambien tiene su importancia), es muy interesante el estudio de las reacciones humanas ante determinados problemas. En este caso, ante la enfermedad de Karin. Su padre tiene hacia ella una actitud forzadamente cariñosa, y parace que su interés real es observarla como el científico que observa a través de su microscopio, para anotar los datos de su empeoramiento, para recabar información de ella y su enfermedad, con el fín de obtener un beneficio propio (datos para una novela, según parece). Nos podemos preguntar si realmente quiere a su hija, si sólo lo mueve el egoismo.
En contraposición, tenemos a su marido, que se mantiene fiel en su amor hacia Karin, de forma paciente. Él sabe que la enfermedad de Karin no tiene curación, pero no se plantea la opción de abandonarla, pues ha adquirido el compromiso de cuidarla. Tambien podemos preguntarnos si ese amor que él siente hacia ella es libre o si es solo la obligación moral que ha asumido de cuidarla hasta su muerte. ¿Ese amor es realmente libre?
El hermano de Karin es en apariencia el que mas empatiza con ella. La escucha, no la juzga cuando realiza comentarios disparatados, parece entender su sufrimiento. Puede que realmente exista esa conexión entre ambos. O puede que sólo sea una actitud basada en el miedo. Miedo a defraudarla, a que se enfade y se haga daño a ella misma o a los demas, miedo a que sufra aún mas en la soledad de la incomprensión.
Finalmente, los cuatro personajes se encuentran cara a cara con el vacio. La enfermedad les arrebata a Karin, y Dios, como consuelo, es un concepto vago y alejado. Una vez mas, Bergman nos plantea el problema radical de todo ser humano: La soledad.
"Pues ahora vemos de un modo oscuro, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco sólo de modo fragmentario; pero luego conoceré así como soy conocido." (Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios).

miércoles, abril 18, 2007

It's been a bloody stupid day
My baby called me up to say
Don't call me love, don't call me
It's not all she said.
I truly love her but I know
I'm bad for her, I'm bad and so
At least she may forgive me for my honesty
My friend came back from being abroad
He was rich and I was overawed
His ship came in
I'm standing on the harbour wall
Another friend, the one I love
Turns to me "Have you seen enough?"
"Let's hang about
There's nothing like a sunset"
It's been a bloody stupid day
Don't leave the light on baby
My baby called me up to say
Don't leave the light on baby
I'll see you sometime maybe
Don't leave the light on baby
It finally dawned on me tonight
Best to go down without a fight
I know you will forgive me for my honesty.

(belle&sebastian)

miércoles, abril 04, 2007

SOLO ANTE EL PELIGRO


Cooper aguarda la hora terrible, la mas oscura. En su soledad busca una razón para seguir adelante, para no huir. Cooper sabe que ha de hacerlo. Dolor, miedo, nostalgia. El tren se acerca y en la calle solo el viento le acaricia. El frío, el estremecimiento, el viento, las horas...
"Do not forsake me, oh, my darling... I´m not afraid of death but, oh, what will I do if you leave me..." (Tex Ritter).

miércoles, marzo 14, 2007

INLAND EMPIRE (Lynch flotando sobre sueños)

Hay un pasillo oscuro, por el que camina lentamente una mujer. Al fondo, una habitación iluminada. Una lámpara roja. Una pesadilla. Hay nieve en el cielo de Polonia, nieve que flota suspendida entre los arboles y el aire amarillento. Unas prostitutas pasean por la nieve, escudriñan a la mujer, que llora. Un hombre sangrando sobre el pavimento húmedo.
Algún día lo averiguaré, dice la señora conejo a su marido. Risas grabadas. La mujer frente a los tres conejos de tamaño natural. Que clase de broma es esta, piensa. Hay un pasillo oscuro y un viejo cuento polaco. Cuatro Siete. Y una película que nunca se podrá filmar. Flotando sobre mañanas tristes. La aguja del tocadiscos cruje sobre el vinilo brillante y negro. "Yo vivo al final de la calle. Mi casa es dificil de ver desde fuera". Mañana estarás sentada ahí delante. La mente se anestesia y se revelan las temidas fotografías. Lynch se esconde dentro de un armario y mira por entre sus rendijas como hacen el amor una pareja imposible. Dime si me has visto antes alguna vez. Lynch que moldea arena sobre una mesa de cocina, de la que nacen amores y misterios. Todas esas hermosas mujeres la miran a ella, que no recuerda pero empieza a recordar. Bailan para ella, bajo luces y música. Se desnudan para ella, para su pánico, que crece. Y hay una luz puesta al final de un pasillo. La historia de un amor que renace en una habitación fría. Hay tanta nieve sobre el cielo de Polonia...
Lynch acechando tras el muro que hay junto a Winkie´s, en el cajellón solitario que hay detrás del supermercado. Hay algo que es y no es. La posibilidad de ver una salida entre dos mundos. Lynch en una butaca del teatro, viendo bailar y cantar a todas esas bellas mujeres. Música de discoteca. Frenético. Frenopático. El piano suena. Pero Lynch, siempre Lynch... Se levanta. Todo fue una grabación. No había mujeres, no había piano. No había banda. Una caja azul se cae al suelo y se abre. Ahora... Silencio.

lunes, marzo 05, 2007

Al final del día, la playa parece más una ensoñación que otra cosa. No sé si será la bruma, la arena gris o aquel muro rojo y azul. Siempre hay algo aquí que hace sentir ternura y tristeza, pienso. En la costa brillan algunas bombillas. Su luz se expande en circulitos imprecisos y temblorosos.
Me acuerdo de Gustav y Tazio, y de cómo se extingió aquella devoción, aquella mística indiferencia. "Aquella lascivia decadente y pecaminosa", susurró a mi lado un angel terrible.

Cojo un guijarro. En mi mano pierde su significado. Esto me hace pensar en lo fugaz. Una piedra negra en mi mano y no quiere decir nada. Es inexplicable. Por eso la arrojo con fuerza al mar, que la engulle, con una blandura sorda que estremece.
La felicidad se parece a un barco enorme que avanza junto a la costa. Un barco tan grande que no lo puedo abarcar con la vista. Un barco negro y blanco iluminado desde tierra. Eso es la felicidad. Ver como avanza sobre la noche, poderoso, lentísimo. Sentirme aliviado a su paso.
Mis manos se hunden en la arena crujiente.
Las casas a lo lejos, pequeñas, celestes.
El amor es un dibujo en la pared. Un corazón dentro de otro corazón.
Que puede significar un guijarro sobre mi mano, me dije. La linea de la costa. Los cables de alta tensión. Que puede importar el significado. Hay un corazón dentro de otro corazón.
El barco pasa ahora a mi lado y creo distinguir a alguien, que desde arriba, mueve un pañuelo blanco en el aire. Debo estar soñando. Debo estar soñando.
Pienso en Gustav y Tadzio.

jueves, marzo 01, 2007

Celeste y verde


La niebla. Campo verde. Cielo amarillo y gris. Gotas en el cristal. Celeste y verde. Un rio callado. Se me olvida algo, y sin embargo... La niebla. El campo amarillo y gris. El cielo verde. El cristal celeste y gotas de agua. Sé del frio que hace sangrar... y sin embargo... La niebla. Los siglos amontonándose sobre el mundo, sobre las vias del tren. Sobre el campo azul y negro. Un rio atroz que arrastra el recuerdo. El sol no quiere, no puede. Es una mancha borrosa, un pensamiento que se desdibuja en la mente de Dios. Dios celeste y verde. Dios en la bóveda, como un acróbata ruso. Rusia fria y gris. Está amaneciendo y el ánimo se desploma. Se me olvida algo acerca del viaje, y sin embargo... No, basta de palabras. Soy yo el que me defino a mi mismo, y es solo un delirio lo que veo.
El mundo se me antoja vasto e inexplicable. Las ramas de los árboles son finas, oscuras. A duras penas se levantan hacia el sol, que sigue siendo una pintura abstracta.
No seré yo el que lo niegue.
Creo ver algo débil ahí afuera. Algo que parpadea, celeste y verde. Algo que hace llorar. Puede ser un rio cubierto de humo, quizás un vago recuerdo que se va torciendo hasta convertirse en agua. En agua sobre el cristal, sobre mi pupila.

martes, febrero 20, 2007


Junto al lago, en aquella mañana de domingo, fue cuando plantaste el arbol, y creíste que podrías salvar el mundo. Tarde en rojo y verde, agua quieta y viscosa donde los sueños se convierten en manos que te rozan.

Te abrazaste a ella, flotasteis sobre la cama, sin un hilo, ni un remordimiento. Creíste que así salvarías el mundo. La casa de campo, el juego de té sobre el barro. Un niño que persigue una bicicleta y tanto terror en todas las almas.

Fuego, que ruge y crece sobre el tejado. Corriste sobre el agua de plástico, sobre el suelo de cristal, llorando, como el primer hombre del planeta al ver el crepúsculo.
Y te preguntaste si al principio fue realmente el verbo, y entonces miraste arriba, y vistes las flores en las ramas. Y entonces lo entendiste todo. El final se pospuso. El infierno nos amplió el plazo. La guadaña pasó de largo aunque aún puedas notar su frio aliento perdiendose en el bosque. Al menos podremos sonreir un poco más, debíste pensar. Eso ya es algo.

viernes, enero 26, 2007

Where cold wind blows...

26 de enero de 2007 en una ciudad helada.


Llevaba tantísimo tiempo sin revisitar esta lugar que casi había olvidado mi contraseña de acceso.
Hola a todos los que me leais. Habitualmente dedico este espacio a escribir de cine, o de musica, o de libros, o de cualquier otra cosa parecida. Pero hoy no me apetece ponerme a escribir mucho, por lo que simplemente voy a dejar constancia de que sigo vivo, y de que espero volver pronto a escribir cositas.
Muchas son las películas que he visto en este lapso de tiempo, algunas de ellas excelentes. He descubierto a cineastas como al gran Andrei Tarkovski, que ha sido una maravillosa sorpresa, y, en general, ha habido cositas muy intersantes que con el tiempo ya os contaré.
Ahora me encuentro inmerso en la maravillosa novela del polaco Jan Poctocki, Manuscrito encontrado en Zaragoza, una obra laberíntica, por la que vagan aparecidos, fantasmas, hechiceros, ahorcados que descienden de su patíbulo para transformarse en exhuberantes doncellas, que traen el espanto a los incautos que caen en sus brazos... Todo un magma complejo y cultísimo hasta lo extremo, que da lugar a una obra irrepetible y que, en mi opinión, ocupa un lugar de honor en la literatura fantastica de todos los tiempos.

Hace un frio inmisericorde ahí fuera.