sábado, septiembre 08, 2007

Como en un espejo (Bergman y el miedo)


Hace unos días vi esta película de Bergman. Este verano se nos fue el maestro sueco. Tambien se fue otro grande: Antonioni. Dos perdidas enormes que no hacen sino recordarnos el vacio reinante en la mayor parte del cine actual. Como iba diciendo, pude ver hace poco "Como en un espejo". Me pareció una obra excelente. El tema de la película es recurrente en Bergman: el vacio en el que se encuentra el ser humano ante la mas que dudosa existencia de Dios. Si no hay dios, ¿a que nos aferramos?
En esta pelicula, la protagonista, Karin, interpretada por la bellísima Harriet Anderson, se encuentra sumergida en una enfermedad mental que la enajena de forma periodica de la realidad, y la desplaza a un mundo de voces, visiones y fantasmas. Cree haber descubierto un lugar de su casa, tras la pared de la buhardilla, donde se oculta Dios. Y lo espera anhelante, junto a otras "personas" o espiritus que habitan, según ella, ese lugar misterioso. Durante la película se va produciendo un enpeoramiento en el estado mental de Karin, que tiene en su hermano pequeño a su único confidente.
Su hermano es el único que conoce esta situación, aunque en el desenlace de la película los demas miembros de la familia (el padre, escritor, y el marido de Karin, médico) contemplan atónitos el encuentro de la mujer con "Dios". Solo que Dios no era como ella esperaba. En lugar de entrar un ser divino en la habitación, cuenta Karin, entró una repugnante araña. Su Dios era una araña.
De esta película se pueden sacar muchas lecturas. Cada cual tendrá una opinión. Yo creo que aquí, mas que el tema de Dios y la Fe (que tambien tiene su importancia), es muy interesante el estudio de las reacciones humanas ante determinados problemas. En este caso, ante la enfermedad de Karin. Su padre tiene hacia ella una actitud forzadamente cariñosa, y parace que su interés real es observarla como el científico que observa a través de su microscopio, para anotar los datos de su empeoramiento, para recabar información de ella y su enfermedad, con el fín de obtener un beneficio propio (datos para una novela, según parece). Nos podemos preguntar si realmente quiere a su hija, si sólo lo mueve el egoismo.
En contraposición, tenemos a su marido, que se mantiene fiel en su amor hacia Karin, de forma paciente. Él sabe que la enfermedad de Karin no tiene curación, pero no se plantea la opción de abandonarla, pues ha adquirido el compromiso de cuidarla. Tambien podemos preguntarnos si ese amor que él siente hacia ella es libre o si es solo la obligación moral que ha asumido de cuidarla hasta su muerte. ¿Ese amor es realmente libre?
El hermano de Karin es en apariencia el que mas empatiza con ella. La escucha, no la juzga cuando realiza comentarios disparatados, parece entender su sufrimiento. Puede que realmente exista esa conexión entre ambos. O puede que sólo sea una actitud basada en el miedo. Miedo a defraudarla, a que se enfade y se haga daño a ella misma o a los demas, miedo a que sufra aún mas en la soledad de la incomprensión.
Finalmente, los cuatro personajes se encuentran cara a cara con el vacio. La enfermedad les arrebata a Karin, y Dios, como consuelo, es un concepto vago y alejado. Una vez mas, Bergman nos plantea el problema radical de todo ser humano: La soledad.
"Pues ahora vemos de un modo oscuro, como en un espejo; pero entonces veremos cara a cara. Ahora conozco sólo de modo fragmentario; pero luego conoceré así como soy conocido." (Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios).

6 comentarios:

sopa(pequeña) dijo...

Ayer todavía ví de nuevo, el Séptimo Sello, y aun sigue dejándome sin palabras, con Bergman murió parte del cine, murió parte del genio. Cuando tenga un ratillo más sosegado, echaré un vistazo grande a textos anteriores, porque solo viendo el título del blog (ayer también volví a ver El Qumérico Inquilino casualmente), y tú perfil, promete.

Anónimo dijo...

al contrario de lo que suele pensarse, parece que el verano es la época favorita para que mueran las cosas. Quizá porque estamos sedados por el calor y apenas percibimos la pérdida, al menos hasta el siguiente otoño.
Entonces nos damos cuenta de que hay muchos huecos nuevos... y tenemos que inventar estrategias para rellenarlos. Estrategias para aplazar la muerte.

Anónimo dijo...

P.S. Me alegra ver que este blog vuelve a moverse, aunque sea despacio. Es un lugar amable en este espacio frío de satélites artificiales que buscan la órbita adecuada, aunque sepan que son sólo trozos de metal que un día arderán. Gracias...

Mae Vinler dijo...

Cojones, qué buen análisis del film en unas pocas frases.

Realmente bueno.

Anónimo dijo...

Sé que llego con retraso. Ayer en el blog paginaspantallasescenario ( lo siento, quedan pocos nombres libres ) comentaba lo que para mi es ua preciosa y terrible metáfora sobre la humanidad desorientada ante un Dios lejano y aturdido ante la debilidad de su creación. Eso es para mi Como en un espejo, una joya

Monica. kikadispara dijo...

Dolorosa, real e inquietante. Cómo de cerca estamos de karin, y cómo de lejos...¿?
Una película que me induce a la reflexión, sobre la perdida y sobre mí misma.
También sobre amar y también sobre como de pronto puede perderse de golpe el espíritu de quien amas, algo que no podría soportar,algo que me tortura y más aun desde "como en un espejo"